martes, 14 de octubre de 2014

PARA LA PLANTACIÓN DE UN OLIVAR

Importancia de la preparación del terreno



Los suelos ácidos en Galicia

Los suelos ácidos ocupan aproximadamente el 30% de la superficie del mundo.
La acidificación natural de los suelos gallegos es debida principalmente a la abundancia de precipitaciones y en algunos casos a un sustrato litológico de naturaleza ácida.
Los estudios realizados sobre la fertilidad de nuestros suelos señalan que los más importantes limitantes que presentan son: acidez, baja capacidad de cambio de cationes al pH del suelo y elevada saturación de Al.

Debido a la baja fertilidad química de nuestros suelos, la aplicación de encalantes, fertilizantes y restos orgánicos es generalmente esencial para la reducción de la acidez y la mejora de la producción de estos suelos.

Por tanto, uno de los factores naturales principales que determina la aparición de suelos ácidos es el clima, de manera que, un suelo ácido requiere un clima húmedo para su desarrollo.

En Galicia, la acidez es la principal característica de sus suelos, por su clima húmedo, el predominio de sistemas abiertos y su geología de naturaleza fundamentalmente ácida. La acidez general de los suelos gallegos debe considerarse consecuencia directa del clima regional, hecho demostrado por la existencia de suelos ácidos sobre rocas ultrabásicas. Y el que esta acidez de origen climático se encuentre más o menos agravada, depende de los factores restantes. Un análisis de factores ha sido realizado por Méndez Domenech (1979), como sigue:

I. -Geológico: En la zona Sur-Occidental de Galicia predominan las rocas ígneas ácidas, como los granitos de dos micas y biotíticos, y las metamórficas de parecida composición química, tales como gneis micacítico, etc. El contenido medio en sílice de este grupo de rocas, puede cifrarse en un 70%.
En la parte Nor-Oriental predominan los esquistos arcillosos, filitas, ampelitas, etc., y en el límite oriental de Galicia afloran algunas areniscas cuarcíticas y calizas, pero en tan pequeña proporción que apenas influyen en la formación de los suelos gallegos.
Los afloramientos de rocas básicas (serpentinas, peridotitas, anfibolitas y gneises hiperlcalinos) están limitados, esencialmente, a la provincia de La Coruña, de cuya superficie no llegan a ocupar el 20%.

II.-Climatológicos: Galicia pertenece climatológicamente a la zona húmeda Española.
La abundancia de precipitaciones da lugar, en algunas zonas, a infiltraciones superiores a los 1.500 mm, pudiendo considerarse como valor medio de la infiltración en los suelos gallegos el de 800 mm anuales. La precipitación media, en Galicia, es de 1.400 mm de los cuales percolan a través del suelo unos 700 y se eliminan por evapotranspiración otros 700 mm. Hay, por tanto, una gran alteración química del sustrato geológico y gran lavado del suelo, como consecuencia de una elevada infiltración y una temperatura media anual de 13,5º C (Méndez Domenech,1979).
Hasta tal punto está generalizada la descalcificación de los suelos por acción del clima que, normalmente, no se encuentran carbonatos en los perfiles de los suelos desarrollados sobre materiales calizos (Taboada Castro, 1990).

III.-Topográficos: La topografía origina diferentes microclimas, que influyen apreciablemente en las características locales de los suelos de la región. Las zonas de pendiente considerable están sometidas a una mayor erosión y los suelos no alcanzan el grado de madurez correspondiente al suelo clímax. Normalmente, su profundidad es menor y el lavado del perfil está favorecido por el drenaje lateral. Los suelos orientados hacia el Norte soportan un clima más húmedo y frío que los restantes y en las laderas orientadas al Oeste es mayor la precipitación que en las de orientación Este, como consecuencia del anticiclón de las Azores. La influencia de la altitud se manifiesta en una disminución de la temperatura y un aumento de las precipitaciones. Estudios sobre suelos regionales han demostrado la existencia de una correlación negativa entre la altitud y el pH (Méndez Domenech, 1979).


 Principales limitaciones de los suelos ácidos

La acidez provoca condiciones poco favorables para el crecimiento vegetal. El bajo pH característico de estos medios influye en la concentración de los elementos minerales en disolución y en su disponibilidad para las plantas. Así, mientras N, P, K, S, Ca, Mg, y Mo disminuyen su disponibilidad considerablemente, Al y Mn aumentan su solubilidad llegando a resultar tóxicos para las plantas (Brennan et al., 2004).
La mayoría de los nutrientes esenciales se encuentran disponibles y la mayoría de los elementos tóxicos son insolubles.
La corrección de la acidez se realiza añadiendo al suelo hidróxido o carbonato de Ca y Mg, mayoritariamente de Ca, de ahí el nombre de encalado. Esta definición incluye a la vez el aspecto “corrector” y el aspecto “nutritivo”, ya que, al mismo tiempo que se corrige la acidez, se aportan elementos esenciales para las plantas: Ca y Mg. En suelos ácidos muy alterados para obtener una buena producción es necesario añadir caliza y fertilizantes fosforados.


Efectos del encalado (enmienda)

El encalado disminuye la acidez en la parte superficial del suelo y, en menor grado, la del subsuelo (Gillman et al., 1989; Shamshuddin et al., 1998; Tomaszewksa, 1999) y tiene un efecto esencial en las propiedades de la capa arable (Pavan et al., 1984; Caires et al., 1998, 2004). La respuesta al encalado, con respecto a la producción, se manifiesta en un intervalo de dosis para el cual, aunque el pH del suelo no se ve alterado particularmente, el contenido de Al de cambio disminuye bastante con respecto al contenido original. Esto implica la eliminación o reducción de su efecto tóxico.
El incremento de pH provocado por el encalante tiene un efecto positivo en las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo:
a)- Bloquea e insolubiliza parte de los iones de Al, Fe y Mn, que pueden estar en concentraciones muy tóxicas para algunos cultivos.
b)- La adición moderada de cal evita el bloqueo y la fijación de los fosfatos, tanto de los del suelo como de los procedentes de fertilizaciones comerciales, al formarse compuestos de calcio más asequibles para las plantas que los de Fe y Al habituales en los suelos de bajo pH.
c)- La absorción de Mo por los vegetales se ve favorecida por el encalado, que corrige su deficiencia a menos que el suelo sea absolutamente deficiente en este elemento (Foy, 1992). En suelos ácidos deficientes en Mo, se obtuvieron buenos rendimientos en respuesta a la aplicación de Mo (Burmester et al., 1988). En contraste con otros microelementos, más solubles en medio ácido, la disponibilidad de Mo es menor en suelos ácidos. Su deficiencia puede afectar particularmente al crecimiento de leguminosas debido al alto requerimientos de Mo de estas plantas(Coventry y Evans, 1989).
d)- La estructura del suelo mejora, e indirectamente otras propiedades físicas, debido al fuerte carácter floculante del calcio sobre los coloides y a la mayor estabilidad que proporciona a los humatos (McLean, 1971).
e)- Se estimula la actividad de los microorganismos, lo que repercute en una mejor humificación y transformación de la materia orgánica, e implica un aumento en la disponibilidad de nutrientes derivados de ella (Wheeler, 1998). La neutralización de la acidez contribuye, asimismo, a aumentar la microfauna del suelo.
f)- Mejora el nivel nutritivo de la disolución del suelo, al aportar Ca y Mg; este último debe estar en los materiales encalantes.
g)- Contribuye al buen desarrollo y distribución de las raíces de las plantas, lo que hace aumentar el volumen de suelo explorado y con ello se pone a disposición de los cultivos más agua y más nutrientes. También suele mejorar la resistencia de las plantas a las enfermedades, aunque hay excepciones como es el caso de los microorganismos nocivos que requieren un medio ligeramente ácido para su propagación.


Después de la aplicación de cal, el pH del suelo aumenta de forma casi lineal con la cantidad de cal añadida, encontrándose numerosos trabajos en los que se observa este incremento.

(Según estudios realizados por la Lda. Dña. Ana Viadé Borrego, 2005)


Porqué es importante?

Una buena preparación del terreno es fundamental para el éxito de la plantación.
            Ha de conseguir los siguientes objetivos:
1º Corregir el PH del suelo para evitar fitotóxicidades y favorecer la fertilidad del mismo.
-Para ello se aporta correctores de PH a base de calcio y magnesio. El producto más habitual es la caliza magnesiana. Tanto la dosis como el método de aplicación deben ser supervisado por un técnico para que esta labor sea efectiva.
2º Evitar, en la medida de lo posible, los encharcamientos, realizando los necesarios drenajes para la evacuación del agua en los momento de mucha lluvia.
3º Eliminar tocones y restos de raíces que pueden perjudicar las labores de gradeo.
4º Alisar el terreno y conseguir una estructura de la tierra adecuada para favorecer las labores de la plantación, el dearrollo de las raíces, el control de hierbas, la fertilidad del suelo, y la capacidad de retención del agua para las épocas secas del año.



PH
4.5
5
5.5
6
7
N
30%
43%
77%
89%
100%
P2O2
23%
34%
48%
52%
100%
K2O
33%
52%
77%
100%
100%


Estudio de: LA EVOLUCIÓN DE LA ASIMILACIÓN DE NUTRIENTES

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